lunes, 25 de mayo de 2009

ADRIANA COUSIÑO: CITÉ ABC1

• La palabra cité normalmente está asociada a pobreza, hacinamiento, incomodidad y enfermedades, especialmente si estos fueron construidos a mediados del siglo pasado. Sin embargo, hay uno que es la excepción a la regla. El Cité Adriana Cousiño dista de toda idea prejuiciosa que se pueda tener de otros más populares como los ubicados en Av. Matta o la calle San Diego. Su edificación sigue las pautas de las construcciones de la época combinando estilos del romanticismo y conservador. Sobresale por sus bellos jardines que los cruzan por el medio, sirviendo de separación para casas de grandes y elegantes porches amarillos, rojos y verdes.


Por: Carla Soza Cortés

El cité Adriana Cousiño es una de las construcciones típicas de la burguesía de comienzos del siglo pasado en el centro de Santiago, sin embargo tiene características que lo hacen único. A pesar de la forma comprimida que tiene de posarse sobre el terreno, corresponde a una necesidad de escasez de terreno, no se diferencia mucho de construcciones realizadas en la misma época por los arquitectos Alberto Cruz Montt y Ricardo Larrain Bravo.

La construcción de viviendas pareadas fue un estilo exportado desde Europa que se adecuaba de buena manera a la idiosincrasia chilena. Si bien el cité fue construido para un grupo económico mas bajo en comparación con barrios más elegantes para la época como lo eran “Concha y Toro” y “Paris Londres”, en estos se aplicaba la misma forma de vivir en comunidad, un área verde en común sirve como patio a todas estas viviendas que están una al lado de otra situación que les impide tener el espacio para generar un patio interior propio.

Estos barrios antiguos construidos en el centro de Santiago corresponden a una búsqueda de los arquitectos para generar el tipo de viviendas requeridas por los habitantes en esos años.
Al hacer un recorrido por tres barrios típicos del centro como lo son el Barrio Yungay, el Barrio Concha y Toro y el Barrio Paris Londres, las similitudes saltan a la vista, partiendo por el hecho que son proyectados por los mismos arquitectos, el estilo de vida es muy parecido. Son micro centros de viviendas de gran altura construidos en pequeños terrenos que no cuentan con el espacio necesario para desarrollar una vida acorde a la época, donde se habituaba a tener enormes casas con patio interiores.

La burguesía de la época requería de un lugar para habitar el centro y la solución de Cruz Montt y Larrain Bravo fue la construcción del Cité Adriana Cousiño, si bien la similitudes con los otros barrios saltan a simple vista, arquitectónicamente son distintos, los barrios Concha y Toro y Paris Londres son céntricos dejando su área verde o plaza al interior, mientras que Adriana Cousiño es lineal una excepción, una revolución constructiva. La alta burguesía chilena estaba copiando la solución habitacional de las clases más bajas de la capital, sin embargo contaban con los conocimientos de dos grandes arquitectos que solucionaron un problema de una forma nunca antes vista en nuestro país.




Hace muchos años…

El pasaje tiene grandes jardineras con frondosas palmeras que impiden del acceso visual del exterior al interior, que a la vez que otorga privacidad a las casas. Aún mantiene la elegancia de mediados de siglo, si bien muchos de sus habitantes ya no solo mismos de aquellos tiempos, el nivel social de sus vecinos sigue siendo uno acomodado pese a lo desgastado que pueda parecer para algunos el Barrio Yungay.

Es un pequeño espacio dentro del barrio que conserva grandes historias. La mayoría de ellas se mudó a lugares más elegante al igual que sus protagonistas. Alfonso Ulloa pertenece a la segunda generación de habitantes del pasaje, nos cuenta que llego el año 1957 y las casas ya tenían veinte años de construidas.

Ulloa nos cuenta que para el terremoto de 1985 se encontraba en su casa y a pesar de lo fuerza con que se movieron las casas, a ninguna le paso nada. “Son construcciones sólidas, tienen mas de setenta años y aún conservan su belleza y calidad”. Don Alfonso nunca ha pensado en cambiarse de casa aunque el mismo dice que el barrio ya no es lo mismo, según él no podría encontrar una casa igual y que le de la misma seguridad que tiene en su vivienda. Nos cuenta como anécdota que en este sector vivió Ignacio Domeyko y el periodista Joaquín Edwards Bello.

Con nostalgia recuerda que ese fue un buen lugar para crecer. Llego a los doce años al barrio, en la plaza hizo de grandes amigos que hoy ya no recuerda. A pesar de las décadas y el paso del tiempo aún mantiene esa identidad propia que el pasaje le dio a él y a sus compañeros de juegos. “Éramos reconocidos en la plaza sólo por vivir en este pasaje” recuerda entre risas el anciano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario